Desde este nuevo blog podréis conocer muchas cosas relacionadas con el Medio Ambiente: cómo caminar por la montaña, rutas de senderismo, curiosidades de flora y fauna, experiencias y anécdotas vividas... y un sinfín de ideas útiles que nos brinda cada día nuestra Naturaleza.

viernes, 31 de marzo de 2017

¡¡¡ FELIZ VIERNES !!!

Ya llegó el viernes, antesala del fin de semana...
Y os queremos desear una FELIZ JORNADA repleta de Naturaleza.











miércoles, 29 de marzo de 2017

Al loro con Teodoro

Hay muchos peces en el mar, pero todos pueden clasificarse dentro de dos clases principales: osteicitios y condrictios. Quizás ya te imagines que el sufijo "ictio" significa "pez" (recuerda que un ictiófago es el que se alimenta de peces). Si analizamos el resto de los nombres, nos darán pistas sobre las características de estas dos clases de peces.

El prefijo "osteo" no significa otra cosa que "hueso" (el osteópata es el médico que cura las enfermedades de los huesos). Esto es así porque el esqueleto de estos peces (lo que son las raspas) está formado por hueso, aunque en forma y dureza no sean como los nuestros.

El prefijo "condro" es equivalente de cartílago (el material flexible que forma tu oreja, por ejemplo). Como puedes suponer, estos peces no tienen raspas de hueso, sino un eje de cartílago, más flexible y ligero que el hueso.

Por cierto, los osteictios también reciben el nombre de peces teleósteos (de "teléos", terminado; o sea, con un esqueleto óseo bien formado), y los cartilaginosos pueden ser llamados elasmobranquios (de "elásmos", lámina rígida, y "branquios", branquias).






martes, 28 de marzo de 2017

Prueba nuestros experimentos

Cómo cambiar el color de las flores


Qué necesitas:

- Un clavel (u otra flor) blanco
- Tinta roja y verde
- Dos tarros de cristal (lo más altos posibles)
- Algo para cortar
- Un palito de 30 centímetros

Seguro que piensas que cambiar el color de las flores es imposible. Pero ¡ah! las plantas absorben el agua de la tierra, y el agua que circula a través de raíces y tallos también va a parar a los pétalos.

Elige una flor blanca y corta el tallo por la mitad, a lo largo, unos doce centímetros. Luego prepara los dos tarros de cristal y llénalos hasta la mitad de agua. Añade unas gotas de tinta roja en uno y verde en el otro, y remueve hasta que el agua de ambos se tiña.

Sumerge el tallo cortado en los tarros, un lado en la solución roja y otro en la solución verde. Usa el palito y algo de cinta adhesiva para conseguir que la flor se quede erguida. Al cabo de varias horas obtendrás un resultado sorprendente ¡la flor blanca se ha convertido en una flor bicolor!





domingo, 26 de marzo de 2017

MANUALIDADES PARA PEQUES

  Un collage de un payasete 

Con unos cuantos globos, limpiapipas, goma Eva, lana, cartulina y un pompón, hemos dado vida a un risueño payaso que sonríe para que los más peques den rienda suelta a su imaginación y hagan otro igual.











De nuevo por Las Cárcavas del Pontón de La Oliva

Desafiando las predicciones meteorológicas hemos vuelto a recorrer la senda que lleva a Las Cárcavas del Pontón de La Oliva. Al final el tiempo nos ha acompañado todo el rato, lo único destacable han sido algunas nubes... queríamos recordar el camino para, en otro fin de semana, llevar a alumnos nuestros de Geología de Bachillerato por allí, para que admiren este paraje natural tan especial. Os dejamos con algunas fotos de la jornada; ya sabéis que para verlas en grande solamente tenéis que pulsar sobre ellas.




































sábado, 25 de marzo de 2017

¿La hora del planeta?

Hoy a las 20:30 ha dado comienzo la "Hora del planeta", en la que medio mundo ha apagado sus monumentos más emblemáticos como símbolo de la colaboración frente al problema del cambio climático.

Aunque hoy en día cada vez quedan menos personas que nieguen que los patrones climáticos de nuestro planeta están cambiando, y aunque a nosotros nos gusta apoyar estas iniciativas como el que más, nos gustaría llamar la atención sobre dos puntos. Primero, y a pesar de que suene a tópico, no debemos olvidar que no debemos limitar nuestros esfuerzos a una hora, porque esta es una lucha continuada. Es como el que cree que hacer dieta es algo que se practica durante una semana o un mes, cuando las dietas realmente efectivas en realidad deben convertirse en un modo de vida. Y en segundo lugar, es triste, pero este tipo de gestos suele venir de las personas que ya de por sí están concienciadas. Quizás el objetivo de estos actos simbólicos sea hacer ver a los que niegan su importancia que hay mucha gente detrás, y no son cosa solo de "cuatro gatos".

Y por cierto, para aquellos que aún acuden al argumento de "ya ha habido cambios climáticos anteriormente en el planeta", que quede clara una cosa de una vez por todas: es totalmente cierto, y han venido siempre acompañados de grandes extinciones. En realidad, estas cosas, en el fondo, no las hacemos por el planeta. La Tierra, como ha demostrado a lo largo de su historia, ha sobrevivido y se ha recuperado de catástrofes que difícilmente podemos imaginar. No, estas cosas las hacemos por nosotros, que queremos seguir disfrutando de nuestra estancia en el maravilloso Planeta Azul que nos ha tocado en suerte.







viernes, 24 de marzo de 2017

Para leer en la Naturaleza



Somos afortunados por estar precisamente en el único planeta del único sistema solar que conocemos donde existe vida, quizás el fenómeno más espectacular y único que pueda darse. Pero ¿la Tierra es realmente tan especial y singular, o la vida podría surgir con facilidad en cualquier otro planeta con las condiciones adecuadas?

Los autores de "Astrobiología" se hacen esta pregunta, y nos invitan a que busquemos la respuesta. Repasan todo lo que sabemos desde el origen del Universo hasta la aparición de la vida sobre la Tierra, llegando a una asombrosa conclusión: dado un planeta rocoso situado a la distancia apropiada de una estrella, el surgimiento del fenómeno de la vida no es tan improbable como nos lo imaginamos. Y si tan siquiera un mínimo porcentaje de los miles de millones de estrellas de la Vía Láctea tienen sistemas solares, no es nada descabellado imaginar que en otros lugares de nuestra galaxia hay vida hermana de la nuestra...







jueves, 23 de marzo de 2017

Unos momentos de nieve en la ciudad

Por unos instantes hemos soñado con ver el suelo bien cuajado del manto blanco de la nieve en plena ciudad... Os enseñamos un vídeo que ha grabado Almu desde la terraza con muchos copos cayendo al compás de nuestros deseos... 

... Y es que año de nieves, año de bienes.











martes, 21 de marzo de 2017

Poesía en la Naturaleza

Hoy es el Día Mundial de la Poesía, así que ¿por qué no dedicar esta entrada a un poema infantil de Federico García Lorca, uno que escribió pensando en esas inquietas mariposas que ahora empiezan a despertar por el campo? Aquí lo tenéis, para leerlo con los más peques de la casa. Quizás si se lo recitáis a la siguiente mariposa que os encontréis en el campo, esta acceda a quedarse quietecita para vosotros...









Mariposa del aire
¡qué hermosa eres!
Mariposa del aire
dorada y verde.

Luz de candil…
Mariposa del aire,
quédate ahí, ahí, ahí.

No te quieres parar,
pararte no quieres…
Mariposa del aire,
dorada y verde.

Luz de candil…
Mariposa del aire,
quédate ahí, ahí, ahí.
quédate ahí.

Mariposa ¿estás ahí?








lunes, 20 de marzo de 2017

Día Mundial del Gorrión - 20 de marzo 2017

Hoy, 20 de marzo, es el Día Mundial del Gorrión, y queremos rescatar este precioso escrito de Miguel Hernández para hacerle un entrañable homenaje a este ave tan risueña que puebla nuestras calles.


 


[EL GORRIÓN Y EL PRISIONERO]
(CUENTO INCONCLUSO)

Los gorriones son los niños del aire, la chiquillería de los arrabales, plazas y plazuelas del espacio. Son el pueblo pobre, la masa trabajadora que ha de resolver a diario de un modo heroico el problema de la existencia. Su lucha por existir en la luz, por llenar de píos y revuelos el silencio torvo del mundo, es una lucha alegre, decidida, irrenunciable. Ellos llegan, por conquistar la migaja de pan necesaria, a lugares donde ningún otro pájaro llega. Se les ve en los rincones más apartados. Se les oye en todas partes. Corren todos los riesgos y peligros con la gracia y la seguridad que su infancia perpetua les ha dado.

Ave de decisión, gorrión bueno, mejor entre los mejores, era Pío-Pa. Así llamaremos a este leve ser de mi cuento. Llevaba su pantaloncillo corto con remiendos y su blusa de pluma gris, más remendada que su pantaloncillo, con más dignidad que para llevar su corona y su cetro deseara el emperador de Carcunda. Volaba a grandes vuelos, y cuando tocaba tierra su pata andaba a saltos, rasgo alegre de entusiasmo juvenil. La alegría jamás faltó en su nido y en su pecho, donde permaneció arraigada por debajo y por encima de las tristezas que van y vienen. Tejió su nido como el soldado su tienda, donde le cogía la noche o la batalla por las migajas. No ambicionó, como los pájaros señoritiles, parasitarios, ni la rama elevada para piar ni el lugar regalado para yacer con la gorriona. Las innumerables vueltas que hacía al campo y los también innumerables tropiezos y asaltos que allí había experimentado acumularon sobre su cabeza de ajo bello y su corazón aleteante cierta sabiduría: llegó a saber más que una rata de cárcel: toda la que cabe entre una frente y un corazón loco.

Y, precisamente, una cárcel, no una jaula cualquiera, fue la causa de su gloriosa muerte. Pío-Pa, hemos dicho que así le llamaremos, experimentado sorteador de las ballestas, pedradas, trampas y artimañas humanas conjuradas contra su leve ser, volaba un día en busca del sustento de sus alas, que no es el aire precisamente, y fue a detenerse en un agujero de un muro denso de piedra. El agujero tenía rejas, rejas espesas, casi tupidas, que impedían el paso a la luz y a la libertad. Porque detrás del muro y el agujero se veía, y sólo un pájaro podía permitirse ver aquello, una celda con un hombre atalajado de cadenas. Era una de tantas celdas y sólo uno de tantos hombres sepultados en la tiniebla de uno de esos edificios que los albañiles han construido, a veces para ser sepultura de ellos mismos. A duras penas, sólo el ojo luminoso del pájaro es capaz de penetrar y esclarecer la tiniebla, consiguió Pío-Pa ver al hombre. Este le miró, deslumbrado como ante un relámpago. Su opaco rostro de preso se iluminó, y Pío-Pa halló en sus ojos una mirada pura que en pocos seres se halla, aunque se busque con [ilegible], y se sintió recorrido por la confianza. Pío, pío, pío, dijo Pío-Pa, como si dijera: Tío, tío, tío.

- ¿Cómo te atreves a llegar hasta aquí, gorrión loco?
- Pío, pío, pío.
- ¿No te da miedo la prisión, no temes la mano del hombre, gorrión feliz?
- Pío, pío, pío.
- ¿No te has visto en la jaula jamás, gorrión sin pensamiento? Viéndote así, tan jovial, tan ligero, tan pequeño, me acuerdo de mi hijo.
- Pío, pío, pío.
- Oye, si sabes oír - continuó el preso -. Al cabo de un día y una noche me voy a morir. Me matarán. Dicen que soy una mala persona y que es preciso que muera. No sé qué habré hecho. Ni en sueños ni despierto me acuerdo de haber sembrado ni cosechado el mal. Sólo una mujer pudiera salvarme, pero su casa está lejos de aquí, en la región más soleada de estas tierras. Y habría de recorrerse mucha distancia y mucho pío para llegar hasta ella. Si tú pudieras llegar... Pero sólo hay un día y una noche de tiempo... Mañana no viviré... Lo siento por mi hijo ¡Quién tuviera tus alas, gorrión loco!
- Pío, pío, pío - repetía Pío-Pa -. Y entró de un salto en la celda y se posó sobre el hombre del preso. Adivinó el hombre con asombro que el ave le comprendía, y no se hubiera asombrado si supiera que un gorrión rodado sabe más que una rata de cárcel. Se proveyó al instante de lápiz y papel, que tenía consigo, y escribió de prisa unas cortas letras. En seguida buscó algo con que atar el papel, y hubo de desgarrar la tela de su camisa, y con un girón de la misma anudó el papel al cuello de Pío-Pa, que no cesaba de insistir en su pío, pío, pío.
- Adiós, gorrión loco. ¿Sabrás llegar hasta la mujer que [ilegible]? En la región más soleada de esta tierra, en una casa pintada de azul y blanco con una palmera y el mar a la puerta vive. ¿Llegarás hoy? ¿Volverás antes de mañana con mi salvación? Ya sabes que estoy destinado a morir cuando nazca el alba del nuevo día si no estás aquí a esa hora. Ya sabes.

Se besaron Pío-Pa y el hombre: el hombre como pudo y el pájaro como supo. El hombre quedó solitario en su celda, y el pájaro desapareció flechado por el agujero en su cielo y en su aire. No sé qué corazón latería con más fuerza, si el del hombre o el del gorrión. El hombre quedó más opaco en su ser y en su celda, más preso, desaparecidas las breves alas audaces, capaces de franquear hasta los muros de una prisión.

Mis ojos siguieron el vuelo del gorrión andar entre los [ilegible], a través de aquella mañana invernal con escarcha y sin una nube. El frío atemorizaba los campos. Sólo su valentía de gorrión se atreve con el invierno. Las otras aves rehúyen los malos tratos del diciembre y el enero, emigran a los países de primavera y verano constantes. Sólo el gorrión permanece ante los duros tiempos.

El mundo es breve para las alas atrevidas. Las de Pío-Pa baten y avanzan velozmente. Es un relámpago de pluma que renueva los horizontes por momentos. La tierra, abajo, gran punto de escarcha, desencadena su redondez girante. Ávido, impaciente por cumplir su misión salvadora, el pájaro deja atrás páramos, valles, montes, ciudades, rió, bosques. Las horas avanzan con él, y el sol asciende como temoroso de que se produzca un choque entre la luz y las plumas. Los gorriones que se cruzan en el camino de Pío-Pa sufren el golpe de viento de su velocidad y piensan que aquel compañero ha enloquecido.

Avanza y avanza. Hasta que se siente rendido y en la necesidad de tomarse una tregua. Entonces, desciende y se detiene sobre un árbol para cobrar nuevos bríos. Pero la tierra, que no es transparente como el aire, está llena de asechanzas. En el aire no es posible el acecho invisible; en la tierra, sí. Pío-Pa ignora que, al detenerse, peligra su vida. Un hombre, concentrado todo él en apuntarle sobre un arma de pólvora, guiña el ojo, tuerce la boca, hunde un dedo en el gatillo del arma con sus manos peludas aferradas a ella. La mirada avizora del gorrión no ha reparado en el terrible bulto negro que procura disimularse tras un tronco. Suena el disparo. La rama en que descansa Pío-Pa cae cortada al suelo. ¿Y el gorrión? ¿Ha sido destrozado? Algo del plumón de su pecho flota y se aleja en la brisa. Pero nuestro héroe vuela ya muy lejos y muy alto, camino de la casa azul y blanca. No le ha sorprendido el incidente. Hecho su corazoncito a todos los golpes, no queda en él campo para la sorpresa. Vuela más raudo, más arrebatado, más alegre.

Se cumple el mediodía. Ya la luz llega su madurez. Ya el aire es caliente alrededor del pájaro, que penetra en la zona más caliente de la mañana. El cansancio se apodera otra vez de sus alas. Otra vez ha de renovarse su aliento en un breve descanso.
                                                                                                     (Miguel Hernández)




Y, por si queréis escuchar una cancioncilla dedicada a un gorrión que compuso y tarareó Almu hace un tiempo, solamente tenéis que pulsar AQUÍ





 


Ruta: por las lagunas de Ruidera - II -

Después de la primera entrada que dedicamos a la ruta que hicimos por las Lagunas de Ruidera, llega esta segunda entrega para contaros un poquito más con algún que otro detalle lo que dio de sí la jornada por allí. Llegamos bien prontito, a eso de las nueve y cuarto ya habíamos estacionado nuestro vehículo en los alrededores. Hay que decir que las Lagunas de Ruidera son muchas, no se trata solamente de una ubicación concreta, sino que, a lo largo del sitio, se reúnen varios enclaves con distintos nombres. Así están la Laguna del Rey o la Laguna de la Tinaja... por mencionar únicamente dos de ellas. El lugar es especialmente bonito... y muchas aves se dejaron observar a placer durante el recorrido que hicimos: garzas, gorriones, urracas, rabilargos, abubillas, cormoranes, somormujos, verdecillos, carboneros, herrerillos, palomas, azulones y otros tantos, nos deleitaron con sus vuelos y trinos. No hemos hecho muchas fotos, tan solo algunas testimoniales.

Cuando fue avanzando el día la gente empezaba a llegar y cuando partimos a eso de las cuatro el lugar estaba rebosando de coches por todos lados. Nos marchamos con buen sabor de boca y pusimos el broche al día yendo a unas casas abandonadas y en ruinas que vimos por la carretera para ver si podía haber egagrópilas allí. No hubo suerte... no encontramos ninguna, pero nos fuimos bien contentos por el día tan bien aprovechado. 

Os dejamos ya con algunas imágenes... son solo una pequeña selección y, como hemos mencionado antes, algunas son testimoniales. Para verlas en grande, pulsad sobre ellas.