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sábado, 10 de junio de 2017

Ruta: Por Rascafría y el tejo milenario de Barondillo

Huyendo del calor del día de hoy, nos hemos planteado una ruta con bastante sombra y agua fresquita en la localidad de Rascafría. Además, este itinerario nos permite al final admirar una tejera de árboles centenarios e incluso milenarios, como el legendario tejo de Barondillo.

La ruta comienza en el área de La Isla, en el kilómetro 31,500 de la carretera M-604. Allí dejaremos el coche. Conviene ir tempranito, porque el lugar atrae a muchos visitantes, y a media mañana nos costará encontrar sitio y disfrutar de la tranquilidad campera.

Del área sale un sendero forestal paralelo al río Lozoya, que lo remonta por su margen derecha, y que seguiremos durante un tramo bastante largo, hasta llegar al puente de la Angostura.








Cruzamos el puente y cogemos el sendero de la izquierda, que irá subiendo en una pendiente constante (llevadera gracias a la sombra) y con muchas vueltas y revueltas. Cuando lleguemos al punto que os mostramos en la foto, hay que abandonar la pista cogiendo un sendero a la izquierda.







Aparte del puente (que estaría siguiendo el camino detrás de nuestra equis roja) podéis coger como referencia la construcción de cemento de la siguiente foto. Si llegáis a ella, os habéis pasado la bifurcación. Retroceded unos veinte o treinta metros y veréis el camino que os marcamos. Es una lástima, pero no hay señales de ruta en este recorrido.







En cuanto cojáis el sendero de la izquierda, basta con seguirlo hasta que os topéis con la valla que delimita la tejera. Hay que ir atento para no perder el camino entre los pinos, pero tampoco es muy complicado. Eso sí, antes de llegar a la valla tendréis que cruzar dos arroyitos pasando sobre las piedras.

La vuelta la hacemos por el mismo sitio, porque la ruta es lineal. En total, son unos 14 kilómetros que podemos completar en aproximadamente cuatro o cinco horas, dependiendo de cuánto nos paremos a disfrutar del paisaje, meter los pies en el agua o sacar fotos.

El río Lozoya, con sus preciosas cascadas, refresca bastante el ambiente. Incluso en estos días tan calurosos, la fauna está en plena ebullición. Hemos podido ver multitud de mariposas y escarabajos, varias libélulas y caballitos del diablo, crisálidas de insectos, una especie nueva (para nosotros) de mariquita y todo tipo de dípteros. Y eso solo en cuanto a invertebrados, porque también hemos tenido ranas, pinzones, mirlos, petirrojos, lavandera cascadeña, buitre leonado, carboneros garrapinos, cuervos e incluso mirlo acuático, genial nadador donde los haya. Tampoco podemos dejar de citar a nuestro protagonista del día, un hermoso ejemplar de lagarto verdinegro (Lacerta schreiberi) que ha posado para unas cuantas fotos con su singular cabeza de color azul ¡Menuda sorpresa!

Os dejamos con el resto de las fotos del día. Como sabéis, pulsando sobre ellas las podéis ver en grande. Disfrutadlas y animaos a visitar al tejo milenario de Barondillo.

























































































































 





 

















































































































































































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