Desde este nuevo blog podréis conocer muchas cosas relacionadas con el Medio Ambiente: cómo caminar por la montaña, rutas de senderismo, curiosidades de flora y fauna, experiencias y anécdotas vividas... y un sinfín de ideas útiles que nos brinda cada día nuestra Naturaleza.

martes, 13 de junio de 2017

Este calor no es natural

El verano se nos ha echado encima de sopetón ¡vaya sudores! Astronómicamente hablando, no empieza hasta el 21 de junio, pero está claro que este tiempo no es de primavera precisamente. Y como todos los años, los telediarios se llenan de consejos para sobrellevar el calor. Pero ¿qué es lo que hacen los auténticos expertos, los que llevan muchos más millones de años que nosotros aguantando temperaturas tórridas?

Vivir en el agua, para empezar, es una buena idea. El agua actúa como amortiguador térmico, e incluso en los días más calurosos, la variación de la temperatura nunca es demasiado acusada. Así que los peces y otros animales acuáticos no tienen que preocuparse mucho. A no ser que tu charca se seque, claro. En ese caso, la única solución es enterrarse y aguantar la época seca sumido en un sueño que los zoólogos llaman estivación, y que es como la hibernación, pero durante el verano.

Salvo ese problema, los anfibios viven cerca del agua, y cuando sube mucho el termómetro, les basta con darse un chapuzón. Con los reptiles es otro cantar. Ellos son poiquilotermos (si no sabes lo que es esto, Teodoro te lo explica) y aunque tener el cuerpo caliente activa la sangre y los músculos, tampoco es bueno en exceso. Por ello, los reptiles de zonas desérticas desarrollan pliegues de piel que les sirven para ventilar la sangre (entre otras funciones) y se desplazan con carreras en las que el vientre y las patas no tocan nunca a la vez todos el ardiente suelo, como hace el clamidosaurio australiano.




Las aves y los mamíferos son homeotermos (que sí, puedes también preguntárselo a Teodoro), pero no dejan de tener problemas si el calor es excesivo. Las aves, grandes viajeras ellas, suelen optar por volar a latitudes más frescas, o a darse baños en charquitos y buscar la sombra. Los mamíferos obligados a soportar mayores calores le copian la idea a los clamidosaurios con abanicos de piel (como las orejas de los elefantes), o desarrollan hábitos nocturnos, que por la noche siempre se está más fresco.

Pero los auténticos profesionales, como los mamíferos que habitan los peores desiertos del planeta, son más sofisticados. Los dromedarios, aparte de soportar la sed hasta grados increíbles, tienen un complicado sistema para refrescar la sangre en las aletas de la nariz y patas muy largas que alejan el cuerpo de la abrasadora arena. Pueden incluso fabricar agua a partir de la grasa de su cuerpo, y aprovechar el más mínimo líquido contenido en sus alimentos ¡Esperemos no tener que llegar hasta esos extremos!




No hay comentarios:

Publicar un comentario