Todos siendo niños hemos jugado alguna vez con los caracoles que nos hemos podido encontrar en el campo. Cuando llueve de manera constante muchos de estos animalitos aparecen en lugares diversos, y a los más pequeños siempre les gusta verlos. Pero lo mejor es procurar no molestarlos, así que para que nuestros chavales puedan tener sus caracoles, hemos pensado hacer esta manualidad. Es de lo más fácil y en muy poquito tiempo podrán terminarla. Además vamos a dar una segunda vida a todos esos tapones de plástico que vienen con las botellas y otros envases y que muchas veces acaban en la basura.
Es una manualidad aconsejable para niños/as de unos cinco años en adelante. No entraña ningún riesgo hacerla ni después jugar con los caracoles que hemos creado, pero, por si acaso necesitasen alguna ayuda, siempre recomendamos que haya un adulto responsable cerca que les pueda echar una mano.
En nuestras manualidades siempre intentamos ser lo más respetuosos posible con el medio ambiente.
MATERIALES
* Tapones de plástico
* Plastilina
* Pegamento apto para uso escolar (opcional)
PASO A PASO
Lo primero es moldear la plastilina dándole la forma del cuerpo de nuestro caracol.
Intentaremos que no nos quede ni muy fino ni demasiado grueso. También le haremos los dos cuernos con sus correspondientes ojitos.
Para ponerle los dos ojitos lo podemos hacer con un poco más de plastilina negra o con un rotulador.
Después cogeremos dos tapones de plástico que sean del mismo tamaño y color y los colocaremos a ambos lados de la plastilina. No hace falta pegamento, ya que la superficie de la plastilina es lo suficientemente adherente como para que se sujeten solos a ella. Pero si veis que no se quedan muy pegados, podéis ponerle un poquito.
Ya estaría terminado nuestro caracol. Podéis probar con otros colores de plastilina y de los tapones para hacer un montón de ellos.
ASÍ NOS HA QUEDADO
¡ ME GUSTAN MUCHO ESTAS MANUALIDADES TAN FÁCILES Y ORIGINALES !
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